Texto: Tanuki Yuki
Alguien me recomendó este libro y todavía me pregunto ¿Cómo lo supo? Lo leí en 1 día. Literalmente y haciendo referencia al título; eso es hambre. Hambre porque mágicamente se generen más paginas delante de mis ojos, por entender más de este libro autobiográfico, de saber más detalles, de que Nothomb transmita más sentimientos e introspecciones de como vivió su infancia y juventud. Hambre porque faltan muchas cosas por saber. Y el ritmo en el que está narrado solo te genera más necesidad de avanzar, de seguir leyendo. Porque a pesar de transmitir mil emociones y momentos definitorios solo pode pensar en seguir hacia un final inevitable porque quieras o no el libro se tiene que terminar en algún momento.
Tengo la costumbre de leer la contratapa del libro siempre, siempre, PERO siempre antes de empezar a leer. Y dice “Amelie Nothomb es de esos autores que genera adicción.(…)” Tengo otros autores que me han generado adicción (Murakami por ejemplo, y estoy esperando otro de Mizumura a ver si termino de desarrollarla por ella). Pero cuando me dicen si yo digo no y viceversa. Así que, lo primero que pensé es que feo que te digan que te va a generar adicción y después desilusionarse. Porque no puede ser de otra manera. Pero no, cero desilusiones. Todo lo contrario me abrieron las puertas a otro mundo bien real (en esto parecido al de Mizumura en Una novela real) pero mucho, mucho menos contemplativo. Un mundo de pura acción y vorágine. Un mundo donde se mezcla mi querido y admirado Japón, su contracara: China, más Bangladesh y nuestra cultura occidental que en nada se le parece.
Y esta hambre que solo se sacia temporariamente por comerse al mundo, solo se potencia. Y, hambre no solo por lo bello, sino también por lo triste, por lo horrendo, por el sufrimiento y por la felicidad. Hambre porque nada puede quedar desconocida a nuestros ojos.
MUNDUS les desea una muy feliz navidad y un próspero año nuevo. Muchas felicidades!
Esta es una historia que conocemos todos, que venimos de chicos o que vimos centenares de adaptaciones para chicos en la tele. Incluso de dibujitos. Y, por eso, es difícil empezar a leerlo sin ningún preconcepto. Sobre todo porque ya sabemos cómo termina. Pero el mensaje es eterno.
Lo que en un comienzo me hizo seguir leyendo (debo admitir) fueron las ilustraciones. Y me fasciné con el hecho de comparar los detalles de las descripciones de las escenas y ver como fueron llevadas a la ilustración. Y cada una era un mundo nuevo.
Pero, poco a poco, intente olvidarme de lo que creía saber y tratar de llegar al mensaje del libro (que obviamente de chica se me escapaba por completo). Y si, es un cliché decir cosas como “recuperar el significado de la Navidad” o “la Navidad se transformó en un evento consumista” y esas cosas que odio pensar, decir y terminar corroborando. Creo que sí; pero también, creo que no. Creo que cuando nos esforzamos, a las corridas por encontrarle regalos a todos, indefectiblemente pensamos en que le gustaría al otro (y si no es así avíseme porque tengo un motivo más para pensar que soy un marciano), decoramos la casa para recibir a nuestros invitados presentándole lo mejor de nosotros y pensamos en una comida para dejar a todos a gusto. Y sí, siempre hay un Scrooge, o una discusión familiar o el debate si se invita a tal o cual persona. Pero esto, al contrario de lo que se suele pensar, no hace peores a las Navidades, sino al revés, las hace mejores. Tenemos que aprender a convivir con gente que quizás no nos llevamos tan bien, y tenemos (o nos vemos forzados) a perdonar cosas del pasado para pasar una navidad en paz. Solo hay que convivir una noche. Solo una noche. Tenemos que ser capaces de poner de lado nuestras diferencias por una noche para hacer felices a otros. Siempre hay uno en la familia que intenta que todos se lleven bien y que en definitiva, al mantiene unida.
Si nos tocara ser Scrooge y poder dar un vistazo a las Navidades pasadas y lo que odiamos de estas suelen ser las discusiones, las peleas o que nos vimos forzados a ir a donde no queríamos. Bueno, tomémoslo como una enseñanza. Vayamos a donde nos invitan aunque haya gente que no nos caiga bien y démosle una oportunidad más de entendernos. Seamos tolerantes y bondadosos. Y no, esto no es ser hipócrita, no es fingir que todos nos caen bien o que a todos los queremos por igual o que somos una gran familia feliz. Es simplemente convivir. Es demostrar que no somos egoístas y podemos poner en pausa nuestros deseos en beneficio de otros, o mejor dicho para un beneficio común: pasar una noche en paz rodeado de gente que queremos (que quizás quiere a gente que no queremos tanto)
Y si, como dice el fantasma de las navidades pasadas, a todos los espíritus se les exige que caminen entre sus prójimos en vida y si no lo hace será condenado a hacerlo después de la muerte. Usemos este tiempo para caminar entre nuestros prójimos y tratar de entender el mundo desde su propio punto de vista. Quizás sigamos sin estar de acuerdo pero pasamos a entenderlos, y sino por lo menos lo intentamos. Y podemos pasar el resto del año con nuestros verdaderos amigos: en el caso de Scrooge: Ali Baba, Robinson Crusoe Y Viernes. En el mio: Alicia, Kathy H., Sakumi Sumire y Muy.
(Gracias a dios que existe el resto del año)
Texto: Tanuki Yuki
Ni bien empecé a leer se me vinieron a la cabeza cosas como “Mi vecino Totoro”, “Nausicaä”, “”Ponyo” y mi queridísima “Los mapaches de Pom Poko”, todas del Estudio Ghibli, pero también cosas como: “El nombre del mundo es bosque” y toda la serie de “Terramar” de Ursula K. Le Guin. Todas películas/libros que me ayudaron a crear una conciencia ecologista sin caer en lugares comunes. Una especie de ficción naturista con piscas de ciencia ficción. Lo mismo sucede con al vida de Budori Gusko y otros cuentos.
Ni bien empecé a leer se me vinieron a la cabeza cosas como “Mi vecino Totoro”, “Nausicaä”, “”Ponyo” y mi queridísima “Los mapaches de Pom Poko”, todas del Estudio Ghibli, pero también cosas como: “El nombre del mundo es bosque” y toda la serie de “Terramar” de Ursula K. Le Guin. Todas películas/libros que me ayudaron a crear una conciencia ecologista sin caer en lugares comunes. Una especie de ficción naturista con piscas de ciencia ficción. Lo mismo sucede con al vida de Budori Gusko y otros cuentos.
Texto: Tanuki Yuki
Nos cuesta pensar en una moda que no sabemos ni que está de moda. Y, no es, de hecho, porque no esté de moda, sino porque no la conocemos. Nuestra moda esta pautada directamente por las grandes marcas occidentales como Zara, Antrophology, Mango, etc. Pero hay una moda que nos es ajena y que igual es moda y se impone en pasarelas del mundo lejos de nuestro “tradicional” occidente. Hay una moda que refleja los cambios de una sociedad muy distinta a la nuestra que lucha por incorporarse a las pasarelas más grandes del mundo sin perder una identidad tan única como la india.
Y acá se comprueba que se puede hacer algo mundialmente valorado y reconocido y no perder identidad. Contemporary Indian Fashion muestra que no solo los diseñadores indios marcan tendencia, sino que, a pesar de estéticas diferentes, todos apuntan a una misma idea: revindicar la tradición textil india que es tan importante. Todos revalorizan las técnicas tradicionales y toman elementos del vestir tradicional para revisualizarlos y aplicarlos en tendencias que sean abarcativas y posibles de ser incorporadas en la moda de todo el mundo. Algunos eligen conservar los fuertes colores indios, otros eligen el corte de los saris. No importa como, ninguno deja de ser intrínsecamente lo que es: hindú.
El libro establece una serie de preguntas estándar a cada diseñador desde cómo ve su trabajo hasta que se imagina que va a ser el futuro de la moda india. Y, lo que queda en evidencia es el cambio de mentalidad de una sociedad que busca incorporarse al “mundo” sin perder raíces. Una “actualización” sin por eso considerar que todo el pasado es inútil. Para “triunfar” no hace falta ser como los demás, no hace falta hacer lo que los otros quieren (o en este caso consumen), hace falta ir un poco más lejos y adelantarse y darles algo que van a querer consumir. No solo por un capricho del mercado, sino porque el trabajo detrás de cada diseño, y la contundencia de sus ideas van a traspasar las fronteras y llegar a todo el mundo.
Acá es donde volvemos al punto en que pareciéramos entrar en una cinta de moebius y que no se sabe dónde es el comienzo. ¿Qué originó el cambio? ¿Cambio la sociedad primero y se reflejó en los diseños, o los diseños ayudaron a revalorizar y a “actualizar” la cultura india abriéndola al resto del mundo? En realidad no importa, solo importa como se hizo y, evidentemente, se hizo bien porque ninguno de los nuevos diseñadores sufre de una perdida de la identidad ni deja de realizar diseños más que atractivos para todo el mundo. El equilibrio tan difícil de conseguir.
Texto: Tanuki Yuki
Siempre tenemos esos sueños en los cuales todo nos resulta extrañamente familiar porque reconocemos donde estamos o con quien, pero a la vez esta todo extrañamente diferente. No sabemos por qué, solo sentimos que algo no está bien. Bueno todo el libro transcurre con esa atmósfera de extrañeza, de no poder entender que es lo que no está bien pero sabemos que no lo está.
Texto: Tanuki Yuki | Imágen: Benjamin Lacombe
Alicia, marcó generaciones, Alicia marcó una época, Alicia es el límite entre literatura para adultos y literatura infantil. Hay mil versiones de Alicia. Y yo intento coleccionarlas todas en cualquier idioma en que las encuentre. Existen miles de ejemplares editados e ilustrados por los más variados artistas.
Alicia es una nena, con esa educación de antes, (mas típica de la era victoriana imposible), educada para cumplir con todos las costumbres de la época. No alcanza con “buenos días”, “Por favor” y “Gracias”, inclinarse, recitar poemas, y dirigirse con propiedad son requisitos indispensables. Alicia cae en un mundo que la obliga a cuestionarse lo que conoce. Alicia nos obliga a cuestionarnos, por que ella se ve obligada; a preguntarse por qué las cosas son así y no de otra manera. ¿Los gatos comen murciélagos o los murciélagos comen gatos?
Una niña acostumbrada a las convenciones sociales se encuentra en un mundo donde todo está de cabeza (y la gente camina al revés) y tiene que aprender todos los nuevos códigos de este extraño lugar (si es que los hay). Alicia nos obliga a cuestionarnos porque las cosas son como son (cualidad que solemos perder de adultos), a mirar al mundo con ojos nuevos y a entusiasmarnos por conocer todo lo que nos rodea. Alicia nos obliga a imaginar de que otras maneras podrían ser las cosas. Y si uno no se cuestiona las cosas, no piensa y no aprende y, lo más importante, no se descubren cosas nuevas. El cuestionamiento es la base de la filosofía, el cuestionamiento nos lleva a pensar, a analizar. Alicia nos pone un espejo para reflejar las más ridículas costumbres de la sociedad de la que formamos parte.
Alicia te empuja a la adultez; adultez que a ella misma le cuesta asumir. Un niño que cuestiona, es un adulto que podrá tomar decisiones propias y tendrá sus propias ideas, sin seguir sumisamente esperando que otro piense por él. Alicia es un espíritu crítico incansable. Nos recuerda que vivimos en una sociedad llena de caprichos, manierismos y costumbres muchas ya vacías de contenido. Alicia nos ayuda a restablecer prioridades. ¿Es prioritario cumplir con esta o aquella convención social?¿ o es mejor seguir haciendo lo que quiero hacer? ¿Cuándo sedo frente a una o frente a la otra? Saber estar respuestas también nos ayuda a asumir sus consecuencias.
Alicia es una nena, con esa educación de antes, (mas típica de la era victoriana imposible), educada para cumplir con todos las costumbres de la época. No alcanza con “buenos días”, “Por favor” y “Gracias”, inclinarse, recitar poemas, y dirigirse con propiedad son requisitos indispensables. Alicia cae en un mundo que la obliga a cuestionarse lo que conoce. Alicia nos obliga a cuestionarnos, por que ella se ve obligada; a preguntarse por qué las cosas son así y no de otra manera. ¿Los gatos comen murciélagos o los murciélagos comen gatos?
Una niña acostumbrada a las convenciones sociales se encuentra en un mundo donde todo está de cabeza (y la gente camina al revés) y tiene que aprender todos los nuevos códigos de este extraño lugar (si es que los hay). Alicia nos obliga a cuestionarnos porque las cosas son como son (cualidad que solemos perder de adultos), a mirar al mundo con ojos nuevos y a entusiasmarnos por conocer todo lo que nos rodea. Alicia nos obliga a imaginar de que otras maneras podrían ser las cosas. Y si uno no se cuestiona las cosas, no piensa y no aprende y, lo más importante, no se descubren cosas nuevas. El cuestionamiento es la base de la filosofía, el cuestionamiento nos lleva a pensar, a analizar. Alicia nos pone un espejo para reflejar las más ridículas costumbres de la sociedad de la que formamos parte.
Alicia te empuja a la adultez; adultez que a ella misma le cuesta asumir. Un niño que cuestiona, es un adulto que podrá tomar decisiones propias y tendrá sus propias ideas, sin seguir sumisamente esperando que otro piense por él. Alicia es un espíritu crítico incansable. Nos recuerda que vivimos en una sociedad llena de caprichos, manierismos y costumbres muchas ya vacías de contenido. Alicia nos ayuda a restablecer prioridades. ¿Es prioritario cumplir con esta o aquella convención social?¿ o es mejor seguir haciendo lo que quiero hacer? ¿Cuándo sedo frente a una o frente a la otra? Saber estar respuestas también nos ayuda a asumir sus consecuencias.
Alicia cuestiona el modo de enseñanza y el contenido, ¿Qué adultos esperamos que sean los niños de hoy? Si esperamos lideres independientes, primero tienen que ser libre pensadores, y para poder pensar libremente es necesario cuestionar y buscar respuestas a todas las preguntas que se nos generen. Alicia sigue siendo una niña descubriendo un mundo, lleno de sorpresas, e irá madurando a medida que comprenda los paradigmas de este nuevo universo.
Leer Alicia es pensar como funciona el tiempo el mundo y nuestra sociedad todo a la vez. Leer Alicia es jugar pensando.
Texto: Tanuki Yuki
Pareciera un libro para chicos. Plasmado de dibujos y frases sueltas por las hojas, realizado por un adulto bastante impulsivo por decir lo menos. Pero transmite una increíble dulzura y tranquilidad. De esas que solo se dan durante las vacaciones. Con los ojos de un niño, logra transmitir, llena de inocencia, las vicisitudes de una isla que nos es tan lejana. Y consigue que nos encariñemos con personajes que apenas dicen dos frases en todo el libro y algunos que sólo gritan grandes garabatos. Ojala todos fuéramos capaces de transmitir nuestras aventuras de esta manera. La aventura de la vida cotidiana en un lugar que desconocemos con costumbres que vamos aprendiendo a medida que se presenta la oportunidad. Consigue sacarnos una sonrisa una y otra vez, y que volvamos a ser niños y que tengamos que dar vuelta el libro jugando para leer alguna pequeña frasecita que termino escrita patas para arriba entre medio de un sin fin de insectos o de gatos. Es imposible no sentirse mejor al concluirlo y también no querer subirte al primer medio de transporte que te lleve a este destino. Más que un libro es un diario de viaje donde tu mejor amigo te cuenta hasta el último detalle. Y, aunque no sean grandes hazañas, las lees (o las escuchas) con el mayor de los intereses porque le sucedieron a tu amigo. Florent Chavouet Se transforma en este amigo.
Florent Chavouet
Ed salamandra graphic
131 pag
2014
Barcelona, España
ISBN: 978 84 16131 05 1
Galería:
Texto: Tanuki Yuki
Del lado occidental del mundo, de “nuestro lado” y en la mayoría de las sociedades modernas, se le huye a cualquier cosa relacionada con la muerte. No solo nos olvidamos de donde proviene la comida sino que son pocos los casos de gente que se puede encargar de sus mayores sin sentir el constante peso de la muerte respirándole en la nuca y que hace que la tarea grata de estar con nuestros seres queridos mientras viven sus últimos años y garantizarnos de que estos sean lo más felices posibles, se transforme en algo que preferimos evitar. Olvidamos el hecho de que todos morimos porque, en vez de hacernos vivir mejor el hoy, nos hace angustiarnos más por el mañana. Como todos nosotros, Bigudí tiene mucho que aprender al respecto. Y,
¿Cómo explicarlo de un modo que sigamos leyendo y que no cerremos este libro? Muchas veces la respuesta correcta es la más sencilla. Libro sencillo, dibujos hermosos, respuesta a una de las preguntas más profundas de la humanidad: sencilla. Lo difícil es llevarlo a cabo. Nunca es demasiado tarde para aprender algo nuevo.
"Bigudi"
Delphine Perret
Sebastian Mourrain
Ed Limonero
Buenos Aires, Argentina, 2015
ISBN: 9780987 45736 2 9
Con el eje en "literatura y migraciones", el Festival de Literatura Infantil Filbita 2016 pone el acento
en las historias como un refugio y un lugar de encuentro. El evento se llevará a cabo en Buenos Aires del 10 al 13 de noviembre en
el Centro Cultural de la Cooperación, el Espacio Cultural del Sur y en
la Casona de los Olivera - Chacra de los Remedios del Parque Avellaneda.
Texto: Tanuki Yuki
Bien, por primera vez me toca escribir sobre un libro que no me convenció. Sin ánimo de desmerecer a Mark Twain (evidentemente no leí su obra más brillante). Llena de inocencia y picardía, estos extractos de los diarios íntimos de Adán y de Eva tienen más de un momento hilarante. Sin embargo, no puedo evitar leer la obra con los ojos de mi época y, por ende, tampoco puedo evitar comentar que, en más de una ocasión, sus generalizaciones al respecto de las mujeres resultan incomodas. Asimismo su lectura condescendiente de como los seres humanos establecen relaciones con el sexo opuesto. Como si indefectiblemente, todos, tanto hombres y mujeres estuviéramos cortados por la misma tijera.
Dicho esto, puedo respirar y tratar de evitar sentirme mal por no poder disfrutar de leer de una buena lectura sin dejar que un contexto socio político o educacional o como quieran llamarlo, la "opaque". Y, aunque sabemos que estos eran conceptos generalizados y rara vez cuestionados, cuesta verlos translucirse en pequeños detalles, dado que hoy la lucha para modificar conceptos misóginos arraigados profundamente en la sociedad es más que palpable.
Una vez aclarada esta consideración podemos disfrutar de una lectura ligera y ágil que describe las sensaciones de Adán y Eva a medida de que descubrían el mundo que los rodeaba. Es inevitable pensar que el trasfondo de todo esto existe una gran crítica hacia el hombre civilizado que es portador de las más absurdas costumbres. Pero también es este hombre que aprendió a amar y que cambio todo el paraíso por una vida junto a Eva. Y como ambos aprenden a aceptar las características de la personalidad del otro y terminan amando hasta sus defectos.
Aunque quizás no lo parezca, no me considero muy moderna en cuanto a mis relaciones con los miembros del otro sexo, y por ende, mi relación es como "chapada a la antigua" y la división de tareas dentro de la pareja es la misma que se establecía hace 20 años. Por eso, puedo asumir que más de una mujer de mi generación no estará de acuerdo con lo siguiente. Eva termina deseando que, si algún día habrán de morir espera que sea ella primero porque su vida sin Adán estaría vacía y no tendría sentido. Pero Adán es fuerte y estará bien sin ella. Ahí se resume el amor. Y acá creo que, por lo menos a mi (y quizás a alguna otra loca suelta) me permite sentirme identificada con esa Eva, con esa primera mujer que se supone que somos todas y que es capaz de casi cualquier cosa por amor. Todas sus acciones anteriores me resultaron completamente ajenas. Igual si puedo discernir (y uds decidirán por uds mismos) luego de haber leído el libro, quien de los dos es más fuerte.
No se olviden de mirar los dibujos, mi edición era ilustrada por Francisco Meléndez y los dibujos eran el complemento perfecto con una gran cuota de sarcasmo.
Los Diarios de Adan y Eva
Mark Twain
Libros del Zorro Rojo
España
2010
Texto: Tanuki Yuki
Cuando pienso en escribir algo al respecto de grandes escritores y además, de mis favoritos, pienso que no podría ser tan descarada como para animarme a analizar o explicar o, ni siquiera a dar una opinión, sobre lo que escribieron. Y, con Kawabata me sucede esto, no hay nada más que admiración hacia este extraño personaje autor de las mejores novelas de la literatura japonesa contemporánea. Pero después encuentro que, aunque no hace falta explicar nada , si hay mucho por decir porque cada página produce un sinfín de sensaciones. Este libro no deja de ser el caso; narrado entre saltos, interrupciones y asociaciones que se producen en la mente del protagonista, no podemos evitar más que seguir a cada paso y , sin perdernos ni medio signo de puntuación, las situaciones que se le presentan a Ginpei y que se entrelazan entre sí.
Hay un mundo; o mejor dicho, hay seres humanos que nos cuesta imaginar cómo piensan y Kawabata pareciera tener la llave para entrar en sus mentes y exponer su manera de pensar. Sistemáticamente sus protagonistas representan lo más bajo y vil de la sociedad y, por consiguiente, también nuestro lado más oscuro.
Y, acá la personalidad de este protagonista, Ginpei, pareciera verse reflejada en las ruinas que quedaron del Japón tradicional luego de la guerra. Mucho tiene que ver con el punto de vista de Mizumura en “Una novela real”(véase reseña). Lo que ronda en la atmósfera es; primero, la desesperación por un mundo que se acaba y, luego, el entusiasmo por el nuevo que comienza. Simple casualidad Karuizawa (típica ciudad para vacacionar) también es escenario de “En el lago” y de “Una novela real”.
A pesar de esta circunstancia, Ginpei está aferrándose, con uñas y dientes, a una belleza que no puede alcanzar por su propia naturaleza. Se obsesiona con esta belleza de las jovencitas que, por contraste, se ve mucho más hermosa al lado de lo horrífico de sus pies. Ginpei ama tanto la belleza de estas mujeres como odia lo horrendo de sus pies. ( con muchas coincidencias en este aferrarse a la belleza como En la casa de las bellas durmientes)
Por suerte, por un segundo, uno espera que el mundo sea justo y el espejo le devuelva a Ginpei la imagen horrenda que le pertenece cuando aparece esta mujer de las botas de goma. Pero no; èl inútilmente sigue aspirando a más, aunque se encuentre cerca de un relicario de Inari que le indica el camino. (Inari es una deidad andrógina protectora de los zorros, las prostitutas y de la fertilidad.)
Como dato extra: Inari es una deidad como Tanuki que es una especie de mapache que puede transformarse en humano para realizar ciertas travesuras a los humanos. Para los que no la vieron los Mapaches de Pom Poko película del Estudio Ghibli pueden verse ambas deidades.
Ed Emecé
Buenos Aires
2009
142 pag.
ISBN: 978 950 04 3170 5
La prestigiosa Interntionale Jugendbibliothek (Alemania) ha incluido al libro "Ciencia para pasar el invierno" (de Ediciones Iamiqué) en el catálogo The White Ravens 2016. Allí dan a conocer los 200 mejores libros para chicos publicados este año en todo el mundo.
Texto: Tanuki Yuki
Después de haberla leído (incluso ni bien la empecé) quedó en
evidencia porque Minae Mizumura es la antípoda de Haruki Murakami. Dos
brillantes exponentes de la literatura japonesa contemporánea pertenecen
a mundos diferentes. Murakami es especialista en describir sensaciones
muy sutiles en una atmósfera onírica, mientras que Minae Mizumura
describe implacablemente un mundo concreto, no deja de lado las
emociones ni los sentimientos pero su lectura de los acontecimientos se
asemeja casi a un relato histórico. Lo que narra (al margen de si
sucedió o no) es real, tan real como la vida misma. Ningún suceso es
blanco o negro, no en la vida real por lo menos, y Mizumura se encarga
de narrar desde el punto de vista blanco y desde el negro y ni una pista
de cual es “verdadero”. Sus personajes son humanos y siempre tienen una
lectura soslayada de las cosas, tamizada por sus realidades por sus
sentimientos.
Mizumura, no solo narra los acontecimientos de la vida de sus protagonistas sino también un desarrollo histórico del Japón y sus cambios luego de la Segunda Guerra Mundial, donde toda la sociedad japonesa empezó a sufrir grandes cambios de paradigma. Entre la generación adulta durante la segunda guerra mundial, la que era todavía infantes y los niños nacidos luego de la guerra hay un abismo casi inzanjable.
Después de todo lo dicho es imposible pensar que un final feliz puede llegar. Pero, ¿consiguen ser felices los personajes? Para responder esto (al igual que en la vida misma) es necesario realizar un recorte de tiempo: de esta época a esta otra, sí. ¿Pero alcanzan LA felicidad? Esta novela real, es eso: una novela de la vida real.
Al terminar de leer el libro queda una sensación áspera de desilusión. Pero, a la vez, una felicidad profunda basada en recuerdos, como si los recuerdos narrados en la novela pasaran a ser los propios; como si uno hubiera sido un testigo encubierto de todos estos hechos, y compartiera con los protagonistas cierta complicidad.
Mizumura, no solo narra los acontecimientos de la vida de sus protagonistas sino también un desarrollo histórico del Japón y sus cambios luego de la Segunda Guerra Mundial, donde toda la sociedad japonesa empezó a sufrir grandes cambios de paradigma. Entre la generación adulta durante la segunda guerra mundial, la que era todavía infantes y los niños nacidos luego de la guerra hay un abismo casi inzanjable.
Después de todo lo dicho es imposible pensar que un final feliz puede llegar. Pero, ¿consiguen ser felices los personajes? Para responder esto (al igual que en la vida misma) es necesario realizar un recorte de tiempo: de esta época a esta otra, sí. ¿Pero alcanzan LA felicidad? Esta novela real, es eso: una novela de la vida real.
Al terminar de leer el libro queda una sensación áspera de desilusión. Pero, a la vez, una felicidad profunda basada en recuerdos, como si los recuerdos narrados en la novela pasaran a ser los propios; como si uno hubiera sido un testigo encubierto de todos estos hechos, y compartiera con los protagonistas cierta complicidad.
Texto: Tanuki Yuki
Soy
fanática de Wilde, a nivel de no solo leer todas sus obras de teatro sino sus
cuentos hasta los infantiles (les recomiendo a todos El gigante egoísta)
y repetir millones de veces una película sobre su vida (de dudosa
veracidad) y lloré durante semanas en el colectivo leyendo Balada de la cárcel
de Reading (y no me voy a dedicar a juzgar su moralidad o su falta de ella).
Siempre se
supo su extravagante modo de vestir y lo manierista de sus modales (por decirlo
de alguna manera). Pero hace poco cayó en mis manos un pequeño libro (gracias
pa) donde sus ideas estéticas tan peculiares se exponen de manera transparente
y directa: Las Artes decorativas & La filosofía del vestido. (conferencias
y clases dictadas por Wilde en su viaje a los Estados Unidos y Canadá en 1882).
Este texto no solo ayuda a comprenderlo como escritor y como persona sino que
sirve de hilo conductor para comprender toda su vida, a pesar de ser textos
sobre temas muy concretos. Y sorprende por su actualidad o mejor dicho, por
como podría servir hoy aplicar todo lo que dijo este genio tantos años atrás.
Por eso no pude evitar hacer un blog al respecto y compartir algunos de sus
secciones más interesantes.
Voy a
citar parte del texto que me parece relevante para exponer conceptos
fundamentales para comprender porque inicié Tanuki y que pienso de la
realización artesanal en la actualidad.
Como artista plástica la pregunta
de “¿qué es arte?” te persigue, no solo en lo que lees en lo que estudias,
en los profesores que tuviste, y cada vez que vas a empezar una obra pero Wilde
tiene una respuesta muy sencilla: “¿Sabe Ud., que es lo que hace a la
obra de arte y que es lo que hace a la obra de la naturaleza? Porque, al fin y
al cabo, la flor del narciso es tan bella como una obra de arte… y lo que las
distingue no puede ser la belleza. (…) La obra de arte es siempre única. La
naturaleza que no hace nada perdurable, se repite siempre, para que nade de lo
que ella hace se pierda. (…)” Y aunque, no considero Tanuki como arte
en si, ya que son prendas utilitarias, si pienso en que el valor radica en la
unicidad de cada prenda. Y el hecho de que un comprador elija una y no otra
prenda habla de esta persona.
Sobre las
artes decorativas.
Y de por qué
busque un lenguaje por fuera de las artes plásticas y nació Tanuki.
(…) “el arte decorativo reviste de
santidad lo cotidiano y ejerce su influencia en los hogares más humildes y
sencillos. Si uno promueve la cultura artística mediante el embellecimiento de
los elementos que lo rodean, es seguro que el resto de las artes también
prosperaran con el tiempo. “(…)
Por mucho
tiempo me pareció, (y todavía me parece) que las artes plásticas quedan
plasmadas medio en la nada en una nebulosa que aunque hermosa y que sirve para
hacernos pensar y cuestionar el mundo que nos rodea yo buscaba algo más
mundano, que nos recuerde esta capacidad inherente del arte pero que nos
acompañe en nuestra cotidianeidad.
“En primer lugar, (el arte decorativo)
denota el valor que el artífice le otorga a su obra: es el placer que debe
sentir al crear algo hermoso. Para progresar en las artes decorativas (…) se
necesita algo más que trabajo mecánico, hace falta delicadeza en la ejecución,
gusto cultivado y nobleza de carácter. Lo que distingue a las buenas obras de
arte del resto no es la exactitud o la precisión, ya que esos atributos podrán
lograrse con una máquina, sino la dulce y encantadora vitalidad espiritual.”
(…)
“… la bella decoración con la que nos
encanta rodearnos y que denominamos arte, tiene un significado profundo y
sagrado que va más allá del mero valor económico de la mano de obra, un
significado que ubica los decorados muy por encima de su precio usual, ya que
en ellos distinguimos la palpitante alegría y las cumbres del placer
intelectual que solo conoce la persona que crea cosas bellas. Así, toda obra
buena o decorado de calidad que encontraremos es una señal inequívoca de que el
autor no solo ha trabajado con las manos, sino también con el corazón y con la
cabeza. “
Creo que
durante mucho tiempo y en la actualidad (aunque pareciera estar cambiando) lo
artesanal ocupo un lugar inferior o menospreciado por muchos, no llega a ser
arte. Y, la verdad es que no pero no es que no llega, sino que, simplemente, no
es arte no son comparables no son homólogos. Son cosas diferentes que apuntan a
cumplir objetivos diferentes. No se puede, como consumidor, ni como creador,
considerarlos lo mismo. El arte nos lleva a un plano abstracto de un objeto
concreto nos lleva a hurgar profundo en nosotros mismos. Acción que por obvios
motivos no podemos realizar constantemente porque sería extenuante y poco
resultado positivo, nos transformaría en almas torturadas. Lo artesanal nos
recuerda lo hermoso de nuestras imperfecciones, lo precioso y delicado de
nuestra humanidad. Tan finita y frágil y a la vez capaz de tanto. Conceptos que
no debemos perder de vista en el cotidiano para valorar cada detalle de nuestro
hacer.
“… por que el mayor obstáculo que Uds.
Enfrentan para su desarrollo artístico no es la falta de interés o de amor por
el arte, sino el hecho de que no honran al artesano lo suficiente ni le dan el
reconocimiento que deberían. Todo arte comienza necesariamente por el artesano,
y su obligación es ubicarlo de nuevo en el lugar que le corresponde. Hasta que
esto suceda, el arte quedara confinado a una minoría. Para que esto no sea
apenas un lujo de los ricos y ociosos, deberíamos considerar como algo sublime
el hecho de participar en el embellecimiento de nuestras casas. Tampoco habrán
honrado al artesano como es debido hasta que no vean que no existe profesión
más noble para sus hijos que la creación de lo bello; tenemos que estar
dispuestos a entregar a estos oficios a nuestros mejores jóvenes, y
cuando Uds. cuenten con díselos nobles, atraerán a estos muchachos y muchachas
de verdadero refinamiento y erudición para que se pongan a su servicio.
(…) “No obstante, nos dice que esta es una
época práctica, que en medio de tanta prisa los hombres de negocios no tienen
tiempo de pensar en ornamentos delicados y que, en el apuro por llegar a tiempo
a la estación del tren, nadie puede detenerse a examinar el diseño de la
alfombra que está pisando. Nos dicen que podemos prescindir de toda
ornamentación, mientras los artículos que usamos todos los días sean fabricados
con honestidad.
(…) Es cierto, el trabajo honesto es
esencial para el progreso de cualquier época práctica, ¿pero acaso
vivimos en una época honesta? Este siglo se ha caracterizado por la
deshonestidad de la mano de obra y ha producido más basura que cualquier otro
Todo propietario que quiere amoblar su nueva residencia lo confirma cuando
descubre que sus alfombras están mal diseñadas, mal tejidas y teñidas con
anilinas baratas, y que se decoloran y desgastan con el sol de un solo verano
(…) No debemos dejarnos engañar por quienes quieren trazar una línea divisoria
entre lo bello y lo útil. La utilidad siempre estará del lado de los artículos
hermosamente decorados y de la habilidad del trabajador “(…)
Creo que
esta más que claro que al referirse a “honestidad” no apunta a la moral del
trabajador sino a la honestidad de trabajo que hable de si mismo, de quien lo
realizo, honesto a la hora de exponer sus propios sentimientos y personalidad y
canalizarlos a través de un trabajo digno, que este a la altura de quien lo
realiza
(…) “Uno nuca debe olvidar que,
precisamente, lo que un artesano honesto crea con eficacia y cuidado, siguiendo
un diseño racional, aumenta su belleza y valor con el transcurso de los años
(…)”
(…) ¿Cuál es el motivo entonces, de esta
deshonestidad e hipocresía en nuestro trabajo, de eta vacuidad excesiva en las
manualidades modernas (…)? (…) El motivo es que los artesanos que las
producen ya no aman su oficio.
(…) “Su arte no mejorara hasta que no salgan
a buscar al artesano y le brinden, en lo posible, el entorno que les sea más
propicio, ya que nunca deben olvidar que la verdadera medida y virtud del
artesano no es su seriedad, ni siquiera su dedicación, sino única y
exclusivamente su capacidad de diseño y que sus diseños no son el producto de
una imaginación ociosa, sino el resultado de la acumulación de observaciones y
el placer del hábito. Toda capacitación del mundo es inútil si uno no rodea al
artesano de influencias alegres y elementos deleitables; es imposible que el
adquiera nociones adecuadas de color a menos que vea los encantadores e
inmaculados colores de la naturaleza a su alrededor; es imposible que agregue
dinamismo y detalles hermosos a sus obras a menos que los vea en el mundo que
lo rodea (…). En consecuencia, deben convertir sus casa y calles en escuelas de
arte vivientes, donde sus artesanos puedan ver formas hermosas al salir a
trabajar a la mañana y al volver a su hogar al anochecer.”
(…) “El arte saludable es aquel que
manifiesta la belleza de la época en la que vivimos, mientras que el arte débil
se ve obligado a retrotraerse a edades antiguas y románticas para conseguir
material. Bueno, el carácter sombrío e innoble de la vestimenta de moda actual
ha debilitado mucho al arte al obligar a los artistas a inspirarse en el
pasado, aunque no exista época más romántica que la nuestra. En lugar de
imitar servilmente tiempos lejanos y románticos, deberíamos tratar de lograr
que nuestra propia actualidad sea romántica, y el arte debería encargarse de
reproducir para nosotros las caras y las formas que amamos y reverenciamos.
“(…)
Y que
conste que “imitar” e “inspirarse” están lejos de ser lo mismo. Y, dicho sea de
paso, estoy feliz de pertenecer a una generación que de a poco se fue tomando
el trabajo de revindicar muchos oficios. Y, en algunas ocasiones, tengo la
oportunidad de cruzarme con colegas, profesores, amigos, etc que aman lo que
hacen y se transmite en cada puntada, en cada pincelada en cada milímetro de su
trabajo en el área que sea. Son estos los que, muchas veces (y sin saberlo) me
animan a seguir en un trabajo que por algunos momentos puede ser poco
valorado. Muchos de ellos transmiten sin reparo y con mucho orgullo
consejos y detalles de como realizaron su trabajo para que otros los aprendamos
(…) “Si queremos hacerle un verdadero favor
al arte, debemos modificar la apariencia de nuestros atuendos: la ropa del
futuro, en mi opinión, usara en gran medida telas largas sueltas yd e gran
colorido. El verdadero arte de la vestimenta convertirá nuestras prendas en
fuentes de instrucción y de educación.”
Indiscutiblemente la ropa habla de la sociedad en que vivimos y a que le damos valor, por eso me parece fundamental que Tanuki presente ropas cómodas y practicas pero que a la vez no nos haga dejar de lado eso que tenemos de femenino, y no porque no podamos hacer cosas de hombres, las podemos hacer todas, del mismo modo o mejor que ellos, sino para que no perdamos algo que solo tenemos nosotras y nadie más que es nuestra propia femineidad. Adaptémosla a todos los ámbitos de la vida del modo en el que nos haga sentir mejor. Tampoco implica vivir en vestido, claro está que una mujer que supongamos quiere ser mecánico es muy poco práctico que ande en vestido. Y por el uso del término “educación” tendrá que ver que aprendemos lo que es hermoso cuando estamos rodeados de tal. Y hoy, con una lectura de este siglo agrego (sin ánimo de ofender y mucho menos de corregir a Wilde)”educación” porque de como nos vestimos aprendemos de nosotras mismas y de los demás, aprendemos del rol que queremos ocupar en la sociedad y aprendemos sobre este rol de mujeres que nos toca cumplir.
“Brinden,
entonces, como les decía, a los trabajadores norteamericanos de hoy un ambiente
luminoso y noble, que Uds. mismos pueden crear. Arquitectura simple y elegante
para sus ciudades, ropa sencilla y alegre para sus hombres y mujeres: esas son
las condiciones de un movimiento artístico de verdad, ya que al artista no le
conciernen las teorías sobre la vida, sino la vida misma, la alegría y el
encanto que uno debe percibir día tras día en un mundo hermoso. “(…)
(…)” Deben crear con sus propios
trabajadores obras de arte hermosas que sus ciudadanos puedan disfrutar: tejan
sus propias alfombras, diseñen sus propios muebles, hagan sus propias cerámicas
y otros implementos basándose en los diseños indicados, en vez de someterse a
pagar precios exorbitantes para obtener bienes que no se adecuan a sus
necesidades y que no representan realmente ni sus emociones ni su buen gusto.
(…).
(…)” para producir obras de gran nobleza se
requiere de una atmosfera limpia y saludable cuyo aire no este contaminado como
en nuestras ciudades inglesas por el humo, la mugre y la fealdad que emanan los
hornos abiertos y las chimeneas de las fábricas. Sus hombres y mujeres deben
tener cuerpos fuertes u saludables: las personas enfermizas, ociosas o
melancólicas nunca aportan mucho al arte (…). Por último, necesitan despertar
el sentido de la individualidad de cada hombre y cada mujer, porque eso, que es
la clave misma de la vida, es también la esencia del arte: el deseo del hombre
de expresar la faceta más noble de su naturaleza del modo más noble posible, de
mostrar al mundo cuantas cosas puede venerar, amar y comprender.” (…)
Resalto
esto y tendría que hacerlo el slogan de Tanuki, no vamos a mejorar como
sociedad ni como personas ni como especie si no somos capaces de ver, trabajar
y poner a la práctica lo más noble de nosotros mismos, de valorar eso que nos
hace diferentes, de trabajar aquello que nos hace únicos y que podemos aportar
al mundo mejor que nadie. Si no somos capaces individualmente de dar lo mejor
de nosotros a diario, no podemos esperar que lo hagan los demás. Una vez una
profesora muy sabia dijo algo que no me voy a olvidar mas: “Una mala persona
nunca va a ser un buen profesional.” Alguien egoísta en la vida va a ser
egoísta a la hora de compartir sus conocimientos, va a ser egoísta a la hora de
expresarlos en su obra, sea esta cual sea. Alguien poco generoso va a serlo en
todos los ámbitos, y será poco generoso en su esfuerzo a la hora de trabajar y
a la hora de crear.
“No existe obrero, sea en una mina, en una
zanja, un negocio o una fábrica, que no muestre en algún momento de su labor,
una actitud sublime. Esas escenas de belleza forman parte de la base científica
de la estética, que no consiste en el mero ornamento o lujo, sino en la
expresión de fuerza, utilidad y salud.”(…)
(…)”Pero el santo no es una figura
suficientemente prominente hoy en día como para servir de inspiración al arte
más excelso, y la época de los monarcas ha llegado a su fin; es por eso que el
arte debería dedicarse ahora a esculpir a aquellos hombres que cubren el mundo
con redes de hierro y pueblan el mar de navíos. Así, un nuevo respeto universal
hacia la dignidad de la industria ayudaría al obrero a reconciliarse con su
destino y terminaría con su lucha y el creciente abismo entre capital y
trabajo.
Por
ende, como he dicho, deben buscar los temas de sus obras en la vida cotidiana,
entre sus propios hombre y mujeres, sus propios campos y flores, montes y
montañas (…) Lo que tienen a su alrededor y frente a sus ojos día tras día,
aquello que deleita su vista y su corazón, Uds. pueden comunicárselo
gloriosamente a los demás gracias a la magia de sus manos…”
(…) “El verdadero beneficio que obtenemos
del arte no consiste en lo que recibimos directamente, sino en la posibilidad
de mejorarnos a nosotros mismos al habituarnos a contemplar objetos bellos y
elegantes.”
Y el arte no solo hará que nuestras vidas
sean más alegres y hermosas, sino que inaugurara un nuevo capítulo en la
historia del mundo y alentara la hermandad entre los hombres, creando una atmósfera
intelectual común a todos los países; dado que, si bien el arte quizás no logre
cubrir al mundo con las argentadas alas de la paz, por lo menos llevara a
los hombres a fraternizar de tal modo que se negaran a matarse los unos a los
otros por el mero capricho o locura de algún rey o ministro, como sucede en
Europa. El odio entre los pueblos siempre será mayor mientras menor sea su
cultura. “ (…)
Por eso me
gusta buscar inspiración en culturas diferentes, que son fruto de años de
historia de la humanidad y de desarrollo de sociedades, algo que nos pertenece
a todos como especie: la cultura. Algo que nos iguala y a la vez remarca
nuestras diferencias, no para que nos veamos como distintos sino para que nos
valoremos a todos. Si el otro no existe tampoco existe una parte de nosotros. Y
en lo que nos forma aunque nos olvidemos, de donde venimos y donde pertenecemos:
la naturaleza.
“El arte no llega al pueblo a través de
costosos cuadros extranjeros en galerías privadas, la gente puede adquirir más
conocimiento artístico de un objeto de uso cotidiano que este bien diseñado.”
(…)
(…)” Uno de los grandes errores de nuestra
época es no honrar como se debe a los trabajadores y sus oficios. Estos hombres
se capacitaron para emplear sus manos y son miembros útiles de la sociedad, una
clase que siempre aporta al bien común, a diferencia el gran ejercito de
haraganes inútiles cuya costosa educación solo les sirve para ejercitar la
memoria por un tiempo y que ahora, inmersos en un amplio mar de la vida
práctica, les resulta casi o completamente inútil.” (…)
(Good will
hunting: pagar millones por una educación que puedo recibir gratis en una
biblioteca)
Y nunca me
acuerdo quien fue que dijo (puede haber sido desde Bill Gates hasta Einstein,
no se) que inteligente no es el que sabe muchas cosas sino el que puede
transpolar lo que sabe de algo para aplicarlo en otro ámbito.
Conclusión:
(…)” A todo el mundo se le debería enseñar a
usar las manos: la mano humana es el mecanismo más hermoso y delicado que
existe, aunque muchos parecen no utilizar las suyas más que para enfundarlas en
guantes que les quedan demasiado chicos.
(…) La escuela moral más práctica del mundo,
la mejor institución educativa, es el arte verdadero, que nuca miente, nunca
engaña y nunca corrompe, porque toda buena obra de arte, toda buena obre de
arte sofisticada se basa en la honestidad, la sinceridad y la verdad. (…) Y si
uno educa a un niño en las artes, la belleza de la forma y el color anidaran en
su corazón, y luego el sentirá un amor más profundo por la naturaleza, porque
no existe manera mejor de aprender a amar lo natural que entender de arte: es algo
que dignifica hasta la más humilde flor de la naturaleza cuando vea que ninguna
flor silvestre es demasiado llana ni ninguna brizna de hierba demasiado
ordinaria, sino que existe un gran diseñador que las ha visto, las ha amado y
las ha empleado noblemente como parte de su decoración. “(…)
(…)” A Uds. les corresponde crear un arte
hecho con las manos del pueblo y para el goce del pueblo, un arte que sea la
expresión del placer que sienten estar vivos. No hay aspecto alguno de la vida
cotidiana que sea demasiado mezquino, ni objeto común y corriente que sea
demasiado trivial como para no ennoblecerlo con su trabajo; no hay nada en la
vida que el arte no pueda santificar.” (…)
(…)” Y cuando haya artesanos entre Uds. No
los deshonren ni los dejen caer en la pobreza. Creo que la gente ignora lo
mucho que significa una palabra de aliento para un artista joven, a quien por
log general con una palabra le basta para mantenerse en pie. “ (…)
Amo lo que hago por que me hace mejor
persona, es la única manera que encuentro de hacer mejor al mundo que me rodea
y por ende Tanuki representa lo mejor de mi: el lado incansable, el lado
perfeccionista, el lado que no se conforma con hacer algo bien sino que mañana
tiene que hacerlo mejor. El lado mío que si le importa lo que digan los demás
en tanto y en cuanto lo que hago les sirva a otros (desde mi super humilde
lugar) a hacerles un poco mas lindo el dia a dia. Yo, esta que esta orgullosa
de haber descubierto esto, tarde pero seguro.
Una
vez hace ya muchos muchos años (15 años aproximadamente) una profesora del
secundario nos llevaba a escuelas humildes de las villas de emergencia o de
zonas de la provincia de Buenos Aires muy carenciadas a jugar con los chicos y
llevarles juguetes, torta y galletitas para la merienda. Sinceramente me quede
paralizada, no podía evitar pensar que llegadas las 5 de la tarde nos iríamos y
esos chicos volverían a su vida de siempre, ¿de que servía que les regaláramos
los cubiertos de plástico cuando nos los pedían para llevárselos a la casa? Y a
la vez no podía evitar sentirme una basura humana por no ayudar más, porque por
más que hiciera todo lo que está a mi alcance nunca iba a entender lo que
esos chicos vivían cotidianamente. Después de muchos días de sentirme
confundida y una porquería de persona pensé que era imposible y muy poco
práctico que todos ayudáramos de la misma manera porque ayuda hay de diferentes
tipos. Así como hay gente que nace con una vocación irrefutable hay otra que
nace con otra y esa diversidad es la que hace que las sociedades funciones.
Bueno hay gente (que admiro horrores) que puede unirse a Médicos sin Fronteras,
que puede unirse a la Cruz Roja y cambiar al mundo palpablemente. Y, después,
hay gente como yo, que podemos colaborar desde otro lugar, intentar todos los
días ser mejores, más pacientes, más dulces, con quienes nos rodean, que
podemos hacer más lindo (por mas trivial que parezca) la vida cotidiana de
nuestro entorno. Y, quizás de acá crecer y que el entorno no sea solo nuestra
familia, nuestro barrio después y nuestra comunidad y así,… Eso conseguí,
y aspiro más, con Tanuki, primero ser mejor persona yo y de a poco empezar
a hacer mejor mi entorno y que este entorno cada vez sea más grande,.. ¿muy
ambicioso?. No se, quizás cuando me muera lo descubra, mientras tanto tengo que
seguir haciendo.
El cantante y compositor estadounidense Bob Dylan (Nacido Robert Allen Zimmerman), fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura el jueves por “haber creado nuevas expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción estadounidense”, en palabras de la Academia Sueca.
Es el primer estadounidense en ganar este galardón desde la novelista Toni Morrison, en 1993. El anuncio fue una sorpresa porque aunque Dylan, de 75 años, suele ser mencionado como un aspirante al premio, su trabajo no se ajusta a los cánones literarios tradicionales de novelas, poesía y cuentos que el Nobel ha reconocido tradicionalmente.
“El trabajo de Dylan es una apuesta contra lo convencional, carece de los juicios morales fáciles, el discurso pop o las frecuentes concesiones a la audiencia”, escribió Bill Wyman en un artículo de opinión de 2013 en The New York Times. “Su lirismo es exquisito; sus preocupaciones y temas son atemporales; y pocos poetas de cualquier época han tenido una influencia tan universal con su trabajo”.
En los últimos años, el premio ha reconocido la obra de un grupo de escritores con estilos muy diferentes y que provienen de diversos lugares del mundo como son los casos de la periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich (2015); el novelista francés Patrick Modiano (2014); la cuentista canadiense Alice Munro (2013); el escritor chino Mo Yan (2012), y el poeta sueco Tomas Tranströmer (2011).
“El trabajo de Dylan es una apuesta contra lo convencional, carece de los juicios morales fáciles, el discurso pop o las frecuentes concesiones a la audiencia”, escribió Bill Wyman en un artículo de opinión de 2013 en The New York Times. “Su lirismo es exquisito; sus preocupaciones y temas son atemporales; y pocos poetas de cualquier época han tenido una influencia tan universal con su trabajo”.
En los últimos años, el premio ha reconocido la obra de un grupo de escritores con estilos muy diferentes y que provienen de diversos lugares del mundo como son los casos de la periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich (2015); el novelista francés Patrick Modiano (2014); la cuentista canadiense Alice Munro (2013); el escritor chino Mo Yan (2012), y el poeta sueco Tomas Tranströmer (2011).
La otra faceta: Dylan, el escritor.
Uno de los libros que tiene Dylan se llama "Tarántula", es de 1966, y a
lo largo de sus páginas el músico recorre con su pluma diferentes etapas
de su vida: cómo conquistaba mujeres, la forma en que dormía, los temas
que siempre estuvieron en su cabeza y la forma en que conseguía
escribir sus canciones. Todo escrito con su marca: un prosa poética que
en más de una oportunidad se confunde con verso.
En 2004 apareció el
segundo libro del creador de Blowin' in the Wind: "Crónicas, Volumen I".
La primera parte de su autobiografía, una obra de 304 páginas que
estuvo por demasiadas semanas entre los más vendidos y que relata su
llegada a Nueva York en 1961 y la grabación de su primer álbum, entre
varias cosas más.
Además, hay libros que recopilan las letras de
las canciones de Dylan y ahí está la clave para comprender por qué el
comité sueco eligió esta vez que el Nobel de Literatura sea para un
músico: sus canciones son poesía.
Publicado por Gonzalo de la Rosa
Fuentes: lanacion.com.ar / nytimes.com/es